Huelo la percepción en mareo,
un vértigo anunciado, cercano, que cae.
La quiebra anunciada de una vida,
el sabor amargo de una ciudad vacía,
La sensación en las entrañas
De ver pasar el reloj
Y ver más cerca las calles mojadas.
Y me quedo mirando el techo,
Aún aquí, en la pérdida,
Se dibujan manchas de humedad
Y rios y cielos tapados,
Como un loco asustado
Porque lo que se acurruca tras la puerta
No es ni más ni menos
Que un tipo de muerte prematura
De algo que se pierde vomitado
De un plumazo tonto desvariante,
De un gesto de subir las escaleras
De un autobús de línea
Que hará que despierte sudando,
Envuelto en realidad que ya no siento mía.
Atrás, como perdidos en años
Se irán borrando estos días, solitarios.
Raro, extraño, como un sonámbulo,
Así me soy,
Espacio envuelto en silencio
Del recuerdo
En el oscuro mar
Del clamoroso olvido
De olvido que olvido
De nuevo,El olvido