Montag, November 13, 2006

La idea de Europa

Con las nuevas leyes antiterroristas y la consiguiente disminución de las libertades propuestas por la administración Bush, firmadas este mes de noviembre, Europa se pregunta qué hacer; si seguir los pasos del gran hermano americano o volver a liderar lo que en su momento fue el ideario de la revolución francesa. O sea, toda aquella perorata que hoy nos huele a naftalina de legalité, fraternité, igualité, democracia, respeto a las diferencias, tolerancia…. La comunidad europea debe ser algo más que un conglomerado de tributarios de impuestos o un simple consumidor.
¿Merece la pena -se pregunta George Steiner- luchar para que la idea de Europa no se hunda y vaya a parar al gran museo de los sueños pasados que es la historia? Para Steiner Europa posee un doble origen antiquísimo; el de la civilización hebrea y la griega, un bagaje milenario del que los Estados Unidos carecen; a este hecho diferenciador Steiner suma otros. Por ejemplo se suma la existencia, en el viejo continente, de los cafés, lugares singulares de paso y diálogos, tertulias que no existen en el nuevo continente; allí hay comida rápida, velocidad, incomunicación. Además, añade Steiner, otra diferencia importante y definitiva es el paisaje, a escala del ser humano y no hecho de gigantescas distancia como las grandes llanuras yermas de los desiertos yanquis. Los nombres de las calles es otro detalle singular, simbólico y definitivo como legado de un pasado que en Estados Unidos no han tenido tiempo de granjearse. Estas diferencias presumiblemente irrelevantes, son símbolos; calan y perviven en la personalidad de uno y otro continente.
Jorge Semprúm, ex ministro de Felipe González y superviviente de un campo de concentración nazi nos dice que Europa debe ser pensada de nuevo. Para ello quizás habría que retrotraerse unos meses y mirar todo aquel chasco del que hoy no se habla; -¿existió?- de la Constitución Europea. El NO a este tratado por parte de Francia (y otros) fue un no nacionalista y conservador pero también contra una carta magna neoliberal, al estilo americano, sin las premisas sociales de una Europa diferente. Jaques Delors impulsor del proceso de Unión Europea y enérgico vocero del llamado “Estado del bienestar” (otro término olvidado) se quedó helado o quizás no tanto y Estados Unidos respiró, secándose las perlas de sudor de la frente. El desarrollo de Europa es un peligro para el liderato americano. No en vano una de las causas de la Guerra del Golfo podría ser la intención de Sadam Hussein de cambiar la moneda de referencia para sus ventas de petróleo del dólar por el euro.
Goethe ya propuso en sus cartas a Aufenbach la idea de una globalización europea, la llamó Welliteratur, una suerte de literatura, cultura, en definitiva, que sobreseyese a las viejas Literaturas Nacionales y patrioteras. Goethe creía que tras la Revolución Francesa y la caída de Napoleón Europa se retomaría como un ente por encima de los estados. Pero se equivocó, tanto que un siglo después de su muerte Hitler planeaba convertir a Europa en una inmensa Germania a su imagen y semejanza (y ni siquiera eso porque la raza aria debía ser rubia, alta y guapa y él era moreno, bajo y feo).
Tras el desastre de la segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría, entre guerra y guerra creíamos en la posibilidad de restituir Europa, pero hoy desde Estados Unidos se nos plantea una guerra sustitutiva y a todas luces perpetua, la que se quiere hacer al terrorismo, esa cabeza de Medusa, mediante la coacción y la pérdida de libertades civiles, esas que nos han costado tantos muertos conseguir. Para ello se quiere utilizar, mediante las leyes firmadas estos días, algo parecido a una represión y una dictadura en la que te pueden detener en cualquier momento, llamarte terrorista y torturarte, por si acaso y por la seguridad de los “ciudadanos de bien”. Franco, Stalin o Pinochet usaban el término terrorista para librarse de sus enemigos políticos y en su nombre se hicieron las más grandes atrocidades.

3 Comments:

Anonymous Anonym said...

¡Hola!

¿Qué tal? ¡Cuánto tiempo!

Está genial el blog, intentaré leerlo siempre que pueda.

Me imagino que repetirías Berlín este verano, ¿no?

Yo no pude, tuve que quedarme en mi pequeña Vitoria, pero bueno, tuvo sus compensaciones.

Bueno, pues espero que te vaya todo bien.

Un saludo

Nerea
http://maiatza1983.spaces.live.com

14 November, 2006 09:00  
Anonymous Anonym said...

Tal i com Pàniker apunta, als Estats Units la teoria i la pràctica sempre han anat de la mà, en canvi, a la vella Europa sempre han estat renyides. Confiem en que tots aquests cafès, espais singulars de pas i diàleg,tertúlies que no existeixen al nou continent i sobre tot altres i altes esferes no tangibles pels ciutadans no serveixin per posar d'acord aquesta teoria i aquesta pràctica. En la diferència s'hi pot trobar el progrés.

14 November, 2006 22:58  
Blogger Bernat Murcia said...

Por más strabuck's que abran siempre quedarán cafés en Europa. La mentalidad tretuliana está muy arraigada en el viejo continente.

22 November, 2006 11:50  

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